Mis redes sociales y yo...

Debo confesar algo, si Google tuviera un pene, se lo chuparía... qué bueno que no lo tiene, así sólo me limito a agradecerle los múltiples beneficios a los que tengo acceso siendo su usuario, tales como correo electrónico, mapas para no perderme cada vez que voy al oxxo, calendario, edición de documentos en línea y, recientemente ¡una nueva red social!. Sí, yo en lo personal ya estaba harto del face, de cada vez que recorría mi feed toparme con publicaciones desagradables como las exaltaciones a Jesucristo y Dios por parte de mi ex-faje cristiana, o, peor aún, las malditas fotos de mi prima la chaparra, gorda, prieta, con pelo pintado de güero y que aún asi piensa ser lo bastante atractiva para posar de manera sensual... pero lo que sí llega a ser el colmo son los tipos veinteañeros que les da por desahogar sus penas amorosas haciendo referencia con frases melosas a esa mujer que los desdeña; y qué mejor manera de rematar eso publicando luego las fotos con sus mascotas, es decir, dos perros de no más de 20 centímetros de altura, a los cuales declara como sus mejores amigos. Claro imbécil, la mujer esa se va fijar en ti porque te gusta abrazar perritos cuando tienes facha de metalero...

La verdad es que yo siempre he sido, en cierta manera, un retractor del facebook, sí, yo era de esos amargados que cuando chateabas con ellos y les decías que estabas en el face, le mentaba madres sin saber qué era. Cuando abrí mi cuenta caí en el más patético y desenfrenado abuso de las facilidades que te proporciona esa red social para enterarte de la vida de los demás... además de que me hice fan de como 600 páginas en un sólo día...

Pero, oh hermanos, hoy he recuperado el camino y vengo a ustedes a traerles mi testimonio de cómo logré éste cambio: el secreto está en Google... alabado sea... sí, Google quien en un futuro dominará el mundo y castigará a los infieles, Google, quien a traves de su red social Google Plus nos ha liberado del pecado a aquellos privilegiados que hemos decidido escuchar su llamado.

Google Plus te protege de los pervertidos posesivos como el que yo alguna vez fui; te protege de hacer el ridículo al compartir con tus cientos de contactos tus canciones favoritas de Pimpinela; elimina los rumores y pleitos patéticos surgidos por comentarios mal interpretados en tus posts; te da la oportunidad de tener video llamadas múltiples; entiende que sólo unos pocos son tus amigos, y los demás son... pues, otra cosa... Google Plus no te juzga, te ama por ser quién eres y a su vez, te da el derecho de discrimar a aquellos con quienes compartes comunicación vía Internet. Amén.

Hasta el momento en que esto ha sido escrito, Google Plus está en periodo de prueba y sólo se puede acceder a él mediante invitación, habemos 10 millones de personas que ya nos hemos colado, haz lo mismo (al menos que seas mi prima la naca esa o el metalero chillón que abraza perritos). Mucha gente preferirá seguir espiando la vida que proyectan los demás a traves de facebook y/o compartiendo sus dinámicas infantiles de convivencia virtual como las cadenitas en los muros o las encuestas escritas por preadolescentes, o, cómo olvidarlo, los juegos de mala calidad, que ya hasta mi sobrinito de 10 años juega con la cuenta que su propia madre, la muy pendeja, le creó, (osea heellooo, pervertidos en Internet ¿te suena?) Yo en lo personal ya estoy haciendo mis maletas de esa pecaminosa red social, esto es, ando invitado a Google Plus a todas las viejas que me gustan y a mis amigos borrachos y en dos meses la cancelaré para nunca volver; y aunque hay quien afirma que en seis años Google Plus será tan naca como el metroflog ahora, confío plenamente en Google nuestro futuro Gobernante Supremo.

Saludos.